Cuando quieres vacaciones de tu vida
Guía para viajar a Sudáfrica, tres recomendaciones relacionadas con el país (dos documentales y un autor), el tsundoku, una miniserie y una propuesta original para amantes de la lectura.
Esta es la newsletter del pódcast Un Día Eres Joven. Una vez al mes, te mandaremos ideas, recomendaciones y reflexiones para sacarle (todavía) más punta a la adultez. Mientras esperas la siguiente edición, cada lunes alterno puedes escucharnos en un nuevo episodio (y confundir nuestras voces). Y si te han reenviado esta newsletter, puedes apuntarte aquí:
¡Hola, medianer!
¿Has pensado alguna vez: “necesito vacaciones de mi vida”? Dejar a tu avatar a cargo de todo y desaparecer. Romper con la rutina, salirte de la rueda de hámster, cortar con las obligaciones, respirar, desconectar, descansar y recargar pilas. Ya que el común de los mortales no nos podemos tomar un año sabático para hacer lo que nos plazca, no nos queda más remedio que concentrar en unos días -o como mucho semanas- todo eso que nos pide el cuerpo.
Y ¿qué pasa cuando tienes hijos? Los viajes de por sí tienen un componente de incomodidad, son caros y requieren tiempo. ¿Por qué malgastar los recursos viajando con niños cuando además no lo vas a disfrutar del todo? Soy Ana de la Hoz y te puedo decir que tener hijos de por sí te cambia la vida y por lo tanto viajar también. Pero es una cuestión de adaptación. No creo que haya que renunciar a viajar, simplemente hay que intentar adaptarlo a la edad de los niños.
Siempre recordaré, en mi viaje de novios a Polinesia, a una familia de franceses con 4 hijos, el más pequeño un bebé de 6 meses y la mayor de unos 6 años. Nos cruzamos en varios aviones con ellos y yo no salía de mi asombro: se los veía relajados, los niños encantados, y los padres no parecían estar sufriendo tampoco. Y ahí pensé: “yo de mayor quiero ser así”.
El momento llegó, me hice mayor, tuve un hijo, luego otro, y para rematar otro más. Pero desde el principio viajar seguiría siendo, en la medida de lo posible, una prioridad. Mis hijos han crecido (tienen 14, 11 y 9) y este verano hicimos un gran viaje a un destino muy medianer que se adapta bastante bien a prácticamente cualquier circunstancia: sin niños, como viaje de pareja o de amigos, con niños pequeños (pongamos a partir de 4 años) y con adolescentes exigentes a los que todo les parece meh… ¡Sudáfrica! El país del arcoíris reúne: diversidad de culturas, aventura, paisajes, gastronomía y un sinfín de actividades que conformarán una experiencia memorable.
¿Qué más se puede pedir? Allá vamos…
Foto: Parque Nacional Kruger
Guía para viajar a Sudáfrica (con niños):
1. Qué ver:
Los “Big Fives”: elefantes, leones, leopardos, búfalos y rinocerontes. No debes perderte el Parque Kruger. Lo ideal es que llegues allí en avión ya que (por experiencia…) el trayecto en coche desde Johannesburgo es largo, pesado y las carreteras están llenas de “potholes” (agujeros). Puedes hospedarte dentro del parque o fuera, ir en tu propio coche o contratar una excursión. Mi recomendación es que al menos el primer día vayas con guía en el típico todoterreno sin ventanas. Te ayudará a hacerte una idea de cómo es el parque (enorme) y aprenderás muchísimas cosas interesantes. Puedes dedicarle un par de días a Kruger, no te arrepentirás.
La Ventana de Dios (el tercer cañón más grande del mundo): en la Reserva Natural Blyde River Canyon.
Foto: Blyde River Canyon
Un “roadtrip” por una de las carreteras litorales más espectaculares del mundo: la Garden Route. Una opción es volar a Port Elisabeth y alquilar allí un coche para conducir por esta maravillosa costa sur. Verás unos paisajes increíbles. Te recomiendo el Parque Nacional de Tsitsikamma, la reserva Robberg, la bahía de Plettenberg, Ciudad del Cabo y el Cabo de Buena Esperanza.
Foto: Parque Nacional de Tsisikamma
Cape Town (Ciudad del Cabo) merece la pena. Pasear por el Waterfront, subir en teleférico a Table Mountain y, si te gusta el trekking de altura, ir a la cima de Lion´s Head. Desde la ciudad puedes ir en tu propio coche al Cabo de Buena Esperanza y visitar el faro. No te olvides de pasar antes a ver los pingüinos en Boulders Beach.
Foto: Lion´s Head, Ciudad del Cabo
2. Qué hacer en Sudáfrica:
Safaris: es sin duda uno de los imprescindibles del viaje. Llévate gorro y ropa abrigada porque de madrugada y de noche bajan bastante las temperaturas (fuimos en agosto y pasamos bastante frío... Y hazte con unos buenos prismáticos. Además de Kruger hay muchas reservas privadas, con o sin alojamiento dentro, que te ofrecen también ver los “big fives”.
Trekking: el destino es perfecto para los amantes de la naturaleza, encontrarás rutas para todos los niveles. Este es un viaje de paisajes y de contrastes. Subir a Lion´s Head es algo muy habitual, pero no quita que sea exigente y hasta un poco peligroso. Si tienes vértigo no te lo recomiendo y con niños muy pequeños tampoco.
Puentes colgantes en Tsisikamma y tirolinas gigantes: si quieres un poquito de adrenalina, hay muchas tirolinas (“canopy”). Concretamente, a una hora de Ciudad del Cabo, hay una de las más largas del mundo. Nosotros estuvimos en la zona de Nelspruit (primera parada) en Graskop y los niños se lo pasaron en grande. En el parque de Tsisikamma están los puentes colgantes y puedes contratar excursiones de canoas que tienen muy buena pinta.
Paragliding en Ciudad del Cabo. Los verás pasar constantemente, salen de varios lugares, entre ellos: Lion´s Head y Signal Hill. Lo puedes realizar a partir de 14 años y puedes ir subido con un guía en tándem.
Avistamiento de ballenas en Hermanus. En la bahía de Hermanus se pueden contratar un montón de excursiones. Hay muchas empresas que te ofrecen estas experiencias. Eso sí, es recomendable tenerlo reservado con algo de antelación.
Ver el tiburón blanco. Si necesitas emociones fuertes y eres fan de la película “Tiburón”, puedes meterte en una jaula y, si tienes suerte y el mar no está muy revuelto, ver los famosos tiburones blancos. La mejor época es entre abril y octubre. Lo puedes hacer en Ciudad del Cabo.
Comer y visitar las lujosas bodegas. La comida es el ejemplo del abanico cultural del país, lleno de influencias europeas, africanas y malayas. Te recomiendo que comas en algún “farm stall”, son pequeños locales que encontrarás cerca de las carreteras, muy bien de precio y con productos locales riquísimos. Y si quieres un plan sibarita, no te pierdas las lujosas bodegas en el triángulo formado por: Stellenbosch, Franschhoek y Paarl. Te sientes como en Suiza.
Wild Card: nosotros nos la sacamos y nos mereció la pena. Una vez tengáis decididas las paradas, mirad si os conviene. Os dejo el enlace.
3. Llegar:
Cuándo viajar: si viajas desde España, el trayecto es largo y, a día de hoy, no hay vuelo directo. Pero una gran ventaja es que no padecerás jet lag ya que es el mismo huso horario. Puedes viajar en cualquier momento del año, teniendo en cuenta que al ser hemisferio sur, las estaciones están invertidas.
Logística: no tienes que vacunarte de nada especial y no necesitas visado. Eso sí: si vas con niños debes pedir un certificado de nacimiento traducido y llevar el libro de familia (se puede hacer online). Es recomendable llevar algo de dinero en efectivo, pero las tarjetas funcionan en todas partes.
Conducir en Sudáfrica: Puedes alquilarte tu propio coche pero deberás tener en cuenta varias cosas: se conduce por la izquierda, debes sacarte el carnet internacional de conducir -además de llevar el tuyo- y no debes conducir de noche. Las carreteras, según la zona a la que vayas, pueden estar en mal estado y mal iluminadas.
Seguridad: En las zonas turísticas no tendrás problemas. En las ciudades tienes que tener un poco más de cuidado, no llevar objetos de valor y preguntar siempre antes de salir si es recomendable la zona que vas a visitar.
Si con todo todavía no lo tienes claro, te proponemos algunas recomendaciones culturales que nos han encantado para adentrarte un poco más en la historia, sociedad y naturaleza de Sudáfrica.
3 recomendaciones sudafricanas:
“Searching for Sugar man”: un documental sobre un artista desconocido que llegó a ser un símbolo de la lucha contra el Apartheid - sin saberlo…
Ganador del premio Oscar en 2012 al mejor documental largo y el premio Bafta al mejor guión, cuenta la curiosa historia de Rodríguez, un misterioso cantante de Detroit desaparecido en los años 70, y dos fans dispuestos a investigar por qué el cantante nunca supo que había triunfado en Sudáfrica. No te arrepentirás de verlo.
J.M. Coetzee: merece la pena leerlo y algunos libros recomendados.
No podíamos hablar de Sudáfrica y dejar de lado a este premio Nobel de Literatura. Le otorgaron el galardón sueco en 2003 por “la brillantez a la hora de analizar la sociedad sudafricana”. También ha recibido el premio Booker en dos ocasiones por “Vida y época de Michael K”, la historia de un superviviente de la guerra civil sudafricana, y “Desgracia” que trata de un profesor de literatura marginado del mundo por acoso sexual.
Si vais a viajar a Sudáfrica, os recomendamos “Infancia” . Nos encantó: es el primer libro de la trilogía a la que le siguen “Juventud” y “Verano”.
“Lo que el pulpo me enseñó” - ver tráiler
Si todavía no has visto esta maravilla de documental, estás a tiempo: Netflix lo sigue emitiendo. Se filmó en un bosque de algas sudafricano y relata la amistad entre un cineasta y un pulpo. Conectarás con la historia porque, además de aprender un montón de cosas sobre los pulpos, es muy entrañable, tiene momentos de suspense ¡y una fotografía espectacular! Eso sí, te costará volver a comer un pulpo.
A propósito de los últimos episodios:
1. Tsundoku:
Es un término japonés que se refiere al hábito de acumular libros. Parece que a menudo tenemos tendencia a comprar libros y luego no leerlos. Si crees que sufres de esto no te pierdas nuestro episodio sobre el Orden y nuestras recomendaciones para leer más.
2. Sobre las dictaduras modernas, una nueva miniserie:
En el episodio 62 “Pon orden en tu vida” hacíamos mención a Cincinato, las dictaduras y los estados de emergencia. Añadiendo además, un pequeño contexto actual de geopolítica, casi nada. Bien, pues como anillo al dedo hay una nueva miniserie (6 episodios) protagonizada por Robert De Niro, “Día Cero”, donde interpreta a un expresidente de EEUU que tiene que gestionar una crisis, así, como Cincinato. No es la mejor serie a pesar de su excepcional reparto, pero te mantendrá entretenido.
3. Un Remanso: dos días de lectura y naturaleza con tu escritor favorito.
¿A que suena bien? El plan consiste en retirarse unas 15-20 personas un fin de semana a leer, rodeadas de naturaleza, y a tener conversaciones con la autora. Os dejamos aquí el enlace por si queréis echarle un vistazo.
Hasta la fecha han participado en este retiro lector autores como Antonio Muñoz Molina con “No te veré morir” que fue en Castrojeriz (Burgos), Elvira Lindo con “En la boca del lobo”, también en Castrojeriz, o Laura Ferrero con “Los astronautas”, novela de la cual os hablamos en el último episodio.
Todavía hay plazas disponibles para el retiro del 30, 31 y 1 de junio en el camping de Parazuelos (Murcia). Por cierto, la playa de Calnegre es espectacular. Cuesta 295 € (no incluye la autocaravana) y será para leer “La señora Dalloway” de Virgina Woolf. Participarán: Itziar Hernández Rodilla, la traductora y Ana Flecha Marco, escritora, traductora y editora.
Y hasta aquí esta segunda newletter, que Ana se ha currado un rato. Así que si nos quieres felicitar, mandar sugerencias, recomendaciones o reflexiones, nos puedes dejar tu opinión en comentarios o escribirnos a undiaeresjoven.podcast@gmail.com.
¡Volvemos a tu bandeja de entrada en abril!
Muchas gracias por esta nueva entrega. Al igual que hago con los episodios de podcast (que los escucho en bucle y los recomiendo a diestro y siniestro) la volveré a leer y la guardaré para consultar. Un abrazo medianer!!
Mi Cape Town 🥹 viví allí en 2017 y siempre miro para volver… ¡me habéis removido mucho! 🧡